En Agosto de 2018, el público, nervioso y expectante sobre un nuevo anuncio de Valve no sabía cómo reaccionar. ¿Una nueva IP? ¿Un nuevo Left4Dead? ¿O quizá algo acerca de Portal o Half Life? Lo que no se esperaban es que Valve fuera a lanzar Artifact, un juego de cartas basado en el mundo de Dota 2. La decepción del público se podía oír en el ambiente:
Tras su lanzamiento el 28 de Noviembre de 2018 y no muy buenas críticas (actualmente 53% de votos positivos en Steam), el juego tuvo un pico de más de 60.000 jugadores simultáneos. Pero hoy en día, y tras dos meses de vida, Artifact ha perdido el 97% de sus jugadores, con un nuevo mínimo de 1.469 jugadores a día 16 de Enero.
¿Por qué no está funcionando?
Mi opinión es clara: Valve ha presentado el juego en un mercado que ya está saturado: los videojuegos de cartas. Por otra parte, Hearthstone, uno de los títulos más jugados del género, es free2play, es decir, que cualquiera puede jugar de forma gratuita.
En Hearthstone es posible comprar nuevas cartas con dinero real, pero puedes conseguir un buen mazo de forma gratuita siendo paciente y jugando el tiempo suficiente.
Artifact, además de ser un juego de pago (17,95€), tiene disponibles paquetes de 12 cartas aleatorias con un coste de 2€ cada uno, que impactan directamente en el desarrollo del juego, por lo que muchos usuarios han criticado fuertemente el título por ser un juego de «pagar para ganar».
Veremos lo que ocurre a medida que pase el tiempo, pero la tendencia no pinta bien para Valve, que tendrá que reconsiderar el rumbo a seguir con Artifact.
Un saludo y nos vemos en la siguiente.
JAJUBlog 