Las caras que estás viendo en esta imagen no corresponden a ninguna persona real. Se han generado mediante inteligencia artificial.
Parece increíble que llegados a este punto seamos incapaces de distinguir un rostro real de uno falso. Desde 1970 existe el concepto de «valle inquietante», una hipótesis que afirma que cuando un rostro se asemeja en exceso a la apariencia y comportamiento de un ser humano real sin realmente serlo, este nos produce -inexplicablemente- un poderoso rechazo. Pues estas caras son tan realistas que ni siquiera se encuentran en el valle inquietante. Nuestra mente se lo cree al 100%.
Pero, ¿cómo es esto posible? La herramienta de NVIDIA utiliza dos redes neuronales, una que genera los candidatos (generativa) y otra que los evalúa (discriminativa). La red discriminativa se entrena con un conjunto de unas 70.000 imágenes de rostros auténticos, de tal manera que «aprende» las formas, colores y características de una cara real, pudiendo así distinguir entre una auténtica y una falsa. Una vez hecho esto, la red generativa produce rostros hasta que la otra red piensa que son reales.
Este proceso de entrenamiento y aprendizaje puede durar hasta 7 días utilizando 8 tarjetas gráficas de gama alta simultáneamente. Con una sola gráfica el proceso puede durar más de un mes. Y si usáramos un procesador tardaríamos fácilmente más de 40 años.
Esta herramienta ha sido denominada StyleGAN y puede ser usada en otros elementos como habitaciones o coches de la misma manera.
Puedes ver más información en este artículo en Medium. El código está disponible en este enlace de GitHub. Además, se encuentra bajo una licencia Creative Commons BY-NC 4.0, por lo que cualquiera puede usar, distribuir y modificar este código siempre que se cite el papel técnico original y se expliquen los cambios realizados.
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